12 dic 2011

Segmentar dividendos, clave en la fiscalidad de las pymes y empresas familiares

¿Hemos preparado la declaración IRPF de 2011? Estamos en la recta final, fiscalmente hablando. Faltan apenas dos semanas para que termine el año y los asesores fiscales están revisando las declaraciones de 2010 de sus clientes y comparándolas con las cuentas de 2011 para ver, si en estos últimos días del ejercicio, se puede aprovechar alguna ventaja fiscal. El principal escollo para las pymes y empresas familiares que todavía mantienen una cierta cifra de beneficios es la subida de los tramos de la tarifa del IRPF, que ha pasado del 43% al 47% del tipo marginal en muchas autonomías. Los expertos tienen claro que deben realizarse ajustes en las remuneraciones salariales de los empresarios que tienen una compañía de la que cobran un sueldo y, a la vez, perciben dividendos. Como ya sabrá por su asesor fiscal, cuando el empresario cobra vía dividendos, estos ingresos se incluyen en la base imponible del ahorro. En el caso de los dividendos, los primeros 1.500 euros están exentos, los siguientes 6.000 euros tributan al 19% y el resto, al 21%. Los ingresos por rentas del trabajo y de actividades económicas, en cambio, se incluyen en la base general del IRPF y tributan por el tipo marginal del contribuyente. Encontrar el justo equilibrio fiscal entre el salario cobrado y los dividendos percibidos puede ser la llave para conseguir más liquidez dentro de unos meses, cuando se presente la declaración de la renta de 2011, en junio del año que viene. No obstante, el pequeño empresario tampoco "tiene patente de corso" en este tema. Hacienda pone especial interés en analizar estas situaciones, advierten los asesores fiscales. Lo preceptivo es reflejar el salario a precios de mercado para no correr ningún riesgo de revisión. El hecho de que su pyme haya tenido dificultades en 2011, no es suficiente motivo para que se baje exageradamente el sueldo que usted mismo se ha asignado anteriormente. Los expertos tributarios señalan, no obstante que Hacienda no podrá poner objeción si, por ejemplo, se reduce la jornada laboral. El equilibrio fiscal entre el salario y el dividendo Esto permitirá reducir costes y cobrar más vía dividendos. Frente al 47% de marginal que se graba en el último tramo de tarifa (incluyendo la subida de algunas CC.AA.), la percepción de dividendos conlleva una tributación en la práctica del 41%. Si hacemos un cálculo sencillo, los beneficios que paga la empresa se gravan al 20% (estimación con deducciones) en el Impuesto de Sociedades y los dividendos vuelven a tributar luego por el 21% (no se tiene en cuenta la exención ni el primer tramo del 19%). Sin embargo, la fiscalidad es muy compleja y cada caso debe estudiarse por separado, por lo que es conveniente tener un asesor fiscal que esté al tanto no solo de las condiciones fiscales de la empresa, sino también de las personales. Consultar con su asesor los consejos que pueda encontrar en este blog y en otras páginas, no sólo es recomendable sino que resulta necesario para no verse metido en una inspección fiscal. Si en su pyme trabajan varios miembros de la familia, puede ser conveniente repartir las acciones o participaciones entre los futuros herederos. Este caso es particularmente interesante en aquellas autonomías en las que la donación entre familiares de primer grado (cónyuges y e hijos) está exenta. Si, por ejemplo, se reparte la titularidad del capital social de la empresa entre el cónyuge y dos hijos, los primeros 1.500 euros estarán exentos cuatro veces: 6.000 euros. También aprovechará el primer tramo cuatro veces y, en vez de tributar al 19% los siguientes 6.000 euros, lo harán los primeros 24.000 euros. El resto lo haría al 21%. Para unas rentas anuales vía dividendo de 60.000 euros, se podrían ahorrar unos 1.300 euros. ¿Se puede cobrar ahora el dividendo que repartirá nuestra pyme en 2012? La fecha del pago del dividendo también es interesante gestionarla. El dividendo tributa en el ejercicio en que se cobra, no en el ejercicio en que se genera. Lo recomendado por los expertos tributarios es diferir y segmentar los dividendos. Por ejemplo, pagar una parte en los últimos días de año y otra en la siguiente quincena de enero. De esta forma, en el plazo de un mes, se percibe una cantidad en la que también se aprovecha dos veces de la exención de los primeros 1.500 euros y se duplican los 6.000 euros que tributan en el primer tramo del 19%. Si piensa que la crisis va a seguir en 2012, como avanzan la mayoría de los economistas, puede ser interesante adelantar el dividendo a cuenta del próximo ejercicio. Pero sólo en el caso de que esté convencido de que el Estado tendrá que subir los impuestos para cumplir con los criterios de estabilidad presupuestaria que acaba de aprobar el Consejo de Europa. La mayoría de los expertos coincide en señalar que en 2012 habrá subida de impuestos y las rentas de capital (entre las que figuran los dividendos) serán de nuevo las que soporten las mayores subidas. Algunos expertos ven el tipo en el 23% o 25%. De ser así, cobrar en 2011 el dividendo a cuenta de 2012, supondría, para esos 60.000 euros un ahorro de 1.050 y de 2.100 euros, respectivamente.
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