27 ene 2025
La ampliación de Europa al Este ha sido una historia de éxito, según el FMI
Tras 20 años de integración, el PIB per cápita es un 30% superior al que los socios orientales hubieran cosechado fuera del club comunitario, calculan en el Fondo.
Diego Herranz - Colaborador de Asesores de Pymes externo a Cesce
La ampliación de la UE al Este ha sido un proceso de éxito. Así lo manifiesta el FMI en un informe monográfico realizado en conmemoración de los veinte años de los primeros diez ingresos en el club comunitario de los antiguos componentes del Pacto de Varsovia, en 2004. Sin el ensamblaje institucional, económico, financiero, empresarial y socio-laboral, los socios europeos del Este no hubieran alcanzado el nivel de prosperidad -con un incremento promedio de sus PIB per cápita del 30%, aunque con diferencias del 10% entre ellos-, logrado por “unas reformas estructurales y los beneficios comerciales, inversores y laborales de un mercado interior que han ejercido de auténticos motores de una expansión incomparable”, explican sus autores, Robert Beyer, Claire Li y Sebastian Weber.
Polonia -destacan en el Fondo- es una de las historias de convergencia económica más elocuente porque se ha convertido en la sexta potencia de la Unión, que con lo diez candidatos iniciales a los que Bruselas les concedió el plácet de entrada -República Checa, Estonia, Chipre, Hungría, Letonia, Lituania, Malta, Eslovenia y Eslovaquia, además de Polonia- aumentaron en un 20% la población integrada en el mercado interior. “Veinte años después, con nuevas negociaciones de adhesión en curso, la UE puede presumir de haber certificado una ampliación rápida y eficiente, con retornos de ventajas comerciales y rentabilidades inversoras mutuas”, para abordar el gran calendario de integración que tiene por delante: Albania, Bosnia y Herzegovina, Kosovo, Serbia, Montenegro, Macedonia del Norte, Georgia, Moldova, Ucrania y Turquía, que vuelve a entrar en los planes expansionistas comunitarios.
En su reciente diagnóstico, el FMI incide en que 2024 ha traído ganancias de ingresos notables a los socios del Este. A pesar del conflicto armado en Ucrania. Fruto de tres factores que se han consolidado después de dos decenios. En primer lugar, por la fulgurante adopción de las reglas de juego comerciales, financieras y de liberalizaciones sectoriales que las autoridades europeas les exigieron con agendas reformistas de especial calado. En segundo término, por el influjo de los fondos de cohesión y las inversiones directas de otros recursos comunitarios que espolearon sus stocks de capital. Y, finalmente, por la transferencia tecnológica y el reforzamiento tanto de la formación académica superior como de carácter técnico-profesional que les ha llevado a tener unas ratios de productividad especialmente vigorosas.
El Fondo precisa que los países del Este que más han elevado su PIB per cápita han sido las que mejor han integrado sus cadenas de valor con los miembros previos del club comunitario. Hasta un 10% más de distribución individual de riqueza lograron adquirir aquellos con unas sinergias productivas más intensas. Con independencia de su distancia geográfica, más o menos alejada del corazón del mercado interior. Por regiones, aquellas de los socios que se incorporaron hace dos decenios que consiguieron mayores facilidades de acceso a los grandes centros financieros de la UE, ganaron casi un 15% más de ingresos medios personales.
También los aspirantes actuales, todos bajo el paraguas negociador de nuevas adhesiones desde 2019, han elevado en torno a otro 10% sus rentas per cápita en relación a un escenario sin plácet de entrada oficial en marcha. “El principal vector expansivo de estos futuros aspirantes ha sido su participación preferencial en el mercado interior, que permitió a sus compañías absorber una mayor capacidad de producción y eficiencia comercial, además de atraer sumas de capital más intensas por tener la vitola de países candidatos a la integración”, explica el análisis del FMI, que también resalta el brío comercial e inversor recibido por comarcas escandinavas, alemanas y austriacas, especialmente directas en el intercambio de mercancías y servicios con las naciones que aspiran a formar parte de la UE.
Una lectura indiscutible de este clima de negocios es que cuando existen condiciones de acceso de nuevos miembros, los beneficios se multiplican, añaden estos expertos, porque los mercados involucrados empiezan a realizar reformas de pre-convergencia, facilitar condiciones crediticias, resolver disputas políticas dirigidas a provocar los avances integradores y a adaptar con urgencia sus entramados institucionales a las estructuras orgánicas de la Unión.
El informe también resalta el avance en este terreno frente a EEUU. “En el primer lustro del siglo la brecha en renta per cápita entre la totalidad de los miembros de la UE -los antiguos y nuevos socios del Este- rozaba los 10 puntos porcentuales; desde entonces, el diferencial se ha reducido una tercera parte. A pesar de que la convergencia transatlántica se estancó durante los años de la crisis de la deuda europea, especialmente entre 2011 y 2013”, recuerdan los analistas del FMI debido a que el dinamismo del Viejo Continente superó ligeramente en el lustro previo a la Gran Pandemia el ritmo promedio del primer mercado mundial.
Para el Departamento de Europa del FMI, de donde emerge este estudio, el gran factor que ha contribuido al progreso socio-económico de los socios del Este ha sido el espectacular repunte del llamado TFP (Factores Totales de Productividad), un indicador que ha sido el artífice de nada menos que de 13 de los 30 puntos del repunte de riqueza personal de los socios del Este y que ha contribuido con el 18% a las ganancias de prosperidad de todos ellos. Una medida a la que tan solo supera la aportación del capital y el empleo que, de forma combinada, protagonizaron el 18% de sus avances en distribución del PIB per cápita.
Sin embargo, el equipo Beyer-Li-Weber alerta de que, “siempre, cualquier transición de agendas reformistas puede estar sometida a alteraciones” y de que, en estos momentos en los que la UE se debate en cómo impulsar la productividad para ganar competitividad exterior frente a EEUU y China, con las recomendaciones de los ex primeros ministros italianos Mario Draghi y Enrico Letta, “sería conveniente” que impusiera remedios para contener su descenso “a partir de las diagnosis” de ambos ex mandatarios; en especial, en lo que respecta a la integración de centros financieros nacionales. La unificación bursátil “aceleraría la productividad y futuros procesos de convergencia”.
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