19 jun 2025
Principales opciones de financiación para una pyme a corto y a largo plazo
Ya sea para financiar su crecimiento, para entrar en un nuevo mercado o simplemente para lograr liquidez suficiente con la que poder atender sus compromisos de pago inmediatos, las empresas necesitan contar con diversas vías para conseguir financiación, tanto a corto como a largo plazo. Es importante que, cuando se recurra a la financiación externa, se intente no comprometer en exceso las finanzas de la entidad ya que, de esa manera, es posible que se limite su capacidad futura de toma de decisiones.
Carlos Sánchez - Colaborador de Asesores de Pymes externo a Cesce
El acceso a la financiación es crucial para cualquier empresa pero, en especial, para una pyme, ya que le permite obtener los recursos económicos necesarios para llevar a cabo sus operaciones o, simplemente, para asegurar su sostenibilidad garantizando los pagos en el corto plazo. Sin acceso a la financiación, lo más habitual es que una empresa no pueda cumplir con sus obligaciones económicas y se ponga en serio riesgo su propia viabilidad financiera.
Opciones de financiación a corto plazo
Por regla general, la financiación a corto plazo es aquella que la empresa debe devolver en un plazo que no suele ser superior a uno año.
Entre las principales fórmulas de financiación a corto plazo a disposición de las empresas destacan:
- Líneas de crédito. Permiten disponer de un crédito para atender necesidades de liquidez y el capital se puede utilizar en su totalidad o parcialmente.
- Descuento de pagarés. Consiste en cobrar un pagaré antes de su vencimiento a cambio de una comisión.
- Crédito comercial con proveedores. Implica demorar el pago a los proveedores, con lo que se obtiene una mayor flexibilidad financiera.
- Factoring. Es la venta de facturas a una entidad financiera o aseguradora a cambio de un adelanto de su importe.
- Préstamos a corto plazo. Habitualmente, el tipo de interés es fijo por lo que la empresa conoce de antemano las cuotas que tendrá que pagar para la devolución del capital prestado y los intereses.
- Revenue Based Finance (RBF). Permite a una compañía obtener capital a cambio de un porcentaje fijo de sus ingresos futuros.
- Confirming. Posibilita a los proveedores poder cobrar el importe de sus facturas sin esperar a su fecha de vencimiento.
Mecanismos de financiación para una pyme a largo plazo
Desde la óptica del largo plazo, las fórmulas más habituales de financiación para las empresas son:
- Préstamos bancarios. Son el mismo producto que su homónimo en el corto plazo pero con un periodo de vencimiento habitualmente mayor.
- Bonos. En el caso de que la empresa disponga de un buen historial crediticio puede plantearse la emisión de bonos para captar capital de inversores.
- Leasing. Permite adquirir maquinaria, equipos o vehículos sin realizar una gran inversión inicial, pagando cuotas periódicas y con la opción de compra al final del contrato.
- Inversores privados. Una empresa puede intentar buscar inversores privados que aporten capital a cambio de participación en la sociedad.
- Capital riesgo. Son fondos que invierten en empresas con alto potencial de crecimiento.
- Refinanciación de deuda. Consiste en consolidar deudas existentes en un nuevo préstamo a largo plazo, permitiendo reducir la presión financiera y mejorar el flujo de caja.
- Subvenciones y ayudas públicas. Existen programas de subvenciones y ayudas públicas dirigidas a empresas para financiar proyectos de innovación, digitalización o expansión, entre otros.
Qué debe tener en cuenta una empresa antes de solicitar financiación
Antes de solicitar financiación, los gestores de una empresa deben evaluar su situación financiera y evaluar las opciones de financiación disponibles. De este modo, será posible identificar el tipo de financiación que mejor se ajuste a las necesidades de la empresa.
Entre los elementos clave que hay que tener en cuenta antes que una empresa solicite financiación se encuentran:
- Plan financiero. El plan financiero debe ser realista y detallar las proyecciones de ingresos, gastos, flujo de caja, y la viabilidad de la inversión.
- Situación financiera. Es decir, tener en cuenta la capacidad de pago y el historial crediticio de la empresa.
- Garantías. Es importante evaluar la posibilidad de ofrecer garantías (como es el caso de hipotecas o de avales) para reducir el riesgo de la entidad financiera y facilitar la concesión de la financiación deseada.
- Conocer el mercado. También es clave investigar las diferentes opciones de financiación disponibles en el mercado y comparar las condiciones ofrecidas por diferentes entidades financieras.
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