Las ventajas de un Green Data Center para tu pyme… y para el planeta

Cada vez más las empresas, con independencia de su tamaño, gestionan un mayor número de datos en soporte digital. Eso les obliga a disponer de soluciones de una dimensión más relevante para almacenar dicha información. Hasta hace algunos años, los soportes físicos, como discos duros, pendrives o lectores eran las opciones preferidas principalmente por las pymes, debido a que eran relativamente baratas y garantizaban una elevada seguridad si no estaban conectadas a ningún entorno virtual. Sin embargo, la tendencia global es a almacenar cada vez más todos los datos en la nube por las evidentes ventajas que aporta: el espacio es, en principio, ilimitado, permite acceder a ellos desde cualquier dispositivo y lugar siempre que se posean las claves de acceso, y garantiza unos elevados estándares de seguridad, ya que los almacenadores de estos contenidos actualizan periódicamente sus sistemas de protección para estar lo mejor protegidos posible ante cualquier amenaza que provenga de un cibercriminal.

Desempeño con criterio social

Si la automatización y digitalización de procesos está siendo un fenómeno imparable en la última década, no lo es menos el compromiso de las empresas por la sostenibilidad del planeta. No en vano, la reputación de las compañías y de sus directivos cada vez está más ligada a los valores sociales, y ahí las cuestiones ESG (medioambiente, preocupación por la comunidad y gobernanza) desempeñan un rol clave. Además, está reputación tiene un impacto muy relevante no solo en el número de clientes y las ventas de las organizaciones sino, incluso, en su propia valoración, dentro de esa categoría de intangibles que no se pueden valorar simplemente con números y estimaciones financieras.

En todo este entorno, la necesidad de más y más espacio de almacenamiento virtual de datos ha propiciado que digitalización y sostenibilidad unan sus caminos en el entorno empresarial en los Green Data Center. La premisa es sencilla pero ambiciosa: los datos son el elemento esencial para las entidades, pero su alojamiento y posterior extracción en los servidores exige el consumo de importantes cantidades de energía. Por ello, es necesario propiciar soluciones que promuevan una menor utilización de recursos sin que eso afecte a la actividad del tejido productivo.

Para qué sirve un Green Data Center

Se estima que un centro de datos medio consume cerca de 200 teravatios a la hora, lo que significa que algunos de ellos, los de mayor tamaño, tienen un consumo de energía que supera el de varios países. Cada año que pasa, la suma del total de la energía que precisan todos los centros de datos en activo se acerca más al 1% de las emisiones globales de carbono del planeta.

En esta tesitura, están creciendo paulatinamente los Green Data Center, que son centros de datos que funcionan a través de ciertos elementos (principalmente, agua y electricidad) para minimizar su impacto medioambiental.

Uno de los mecanismos más extendidos para reducir el consumo energético de los centros de datos es el del almacenamiento en paneles solares, que luego se refrigeran mediante su inmersión en agua. Del mismo modo, ese calor que generan las placas se puede destinar a otros usos, como por ejemplo, el calentamiento de los hogares. Desde un punto de vista más práctico, las compañías que gestionan los Green Data Centers están implementando sus instalaciones en regiones con temperaturas bajas para que los paneles se enfríen con mayor facilidad, mientras que, bajo un prisma tecnológico, se están desarrollando soluciones de inteligencia artificial que optimizan el consumo de energía para evitar en la medida de lo posible un impacto medioambiental negativo.

Medir para crecer

La transparencia y la precisión en la medición del ahorro energético son claves para asegurar el crecimiento de los Green Data Centers. En este sentido, el principal parámetro que se utiliza en la actualidad es el Power Usage Effectiveness (PUE), que calcula la energía utilizada para alimentar los distintos dispositivos activos y los servicios auxiliares. Hoy en día, una de las principales ventajas del PUE es que permite evaluar el desempeño real de los sistemas de refrigeración, lo que, por ejemplo, es un indicador fundamental para que los clientes de los Green Data Centers puedan comprobar si realmente se logra un ahorro energético apostando por ellos.

Además, desde un punto de vista financiero, disponer de una infraestructura más eficiente de almacenamiento virtual de datos también tiene su premio económico para las empresas, puesto que a largo plazo se genera un mayor compromiso. Es decir, que dicho compromiso por el planeta y la rentabilidad financiera no solo no están reñidos sino que cada vez más irán de la mano mientras mejoran a todos los niveles la gestión virtual de los datos.