Por qué es una buena idea seguir apostando por un negocio físico

Hasta hace no muchos años, la mayoría de los emprendedores se decantaba por la apertura de una tienda o de un negocio físico frente a la opción de apostar por un marketplace. El consumidor medio todavía privilegiaba entonces adquirir productos que podía tocar, oler e, incluso, sentir delante de él mismo antes que leer una descripción en Internet, aunque esta incluyera fotografías, recomendaciones o, en el mejor de los casos, un precio menor. Sin embargo, esta tendencia comenzó a cambiar hace alrededor de una década y la pandemia por coronavirus no hizo sino acelerarla. Hoy, la realidad es que muchas pymes tienen serias dudas sobre la viabilidad de abrir una tienda física, teniendo en cuenta los riesgos económicos que tienen que asumir para su puesta en marca y los cambios que se han producido entre las preferencias y los hábitos de los consumidores. A pesar de todo, seguir poniendo el foco en ella puede ser una muy buena alternativa que, además, podría ayudar a acelerar el crecimiento del negocio y su reputación con el público objetivo.

Ventajas de las tiendas físicas

No todos los sectores económicos tienen en la actualidad la misma facilidad para plantearse abrir un negocio físico. Productos con un margen muy pequeño, empresas que basan su fabricación en el just-in-time o aquellas sometidas al compromiso de la entrega casi inmediata tienen casi su única posibilidad en el mundo digital. Sin embargo, existe todavía un amplio abanico de industrias en las que una tienda de proximidad, la de toda la vida, es una opción plausible. Apostar por ella brinda en principio las siguientes ventajas a un emprendedor:

• Mayor poder de persuasión ante el consumidor, ya que el profesional comercial puede desplegar delante de él todas sus habilidades de promoción y de venta. Aunque entornos como el Metaverso prometen cambiar esto en un puñado de años, lo cierto es que todavía no se ha igualado ninguna estrategia de marketing a la del cara a cara.
• Más confianza, dado que todavía existen segmentos de población reacios a dar sus datos personales o bancarios en Internet, por mucho que se trate de páginas web de total confianza que cuentan con todas las certificaciones de seguridad posibles.
• Incrementa el nivel de fidelización, puesto que el vendedor escucha directamente al cliente, entiende su problemática y sus necesidades y, en virtud de ello, recomienda el producto indicado.
• Inmediatez, lo que quiere decir que el consumidor puede satisfacer lo que necesita en el momento, adquiriendo un producto y llevándoselo a su casa. Aunque la logística de los e-commerce ha mejorado de manera exponencial en los últimos años, nunca podrá alcanzar el nivel de una tienda física.
• Permite poner a la venta productos que tienen una difícil salida en la Red, por cuestiones como que son muy especializados, que requieren de un aprendizaje previo o que por su precio el consumidor desea probarlos antes, como puede ser el caso de un automóvil.

A pesar de estas ventajas, es cierto que los negocios digitales tienen también otras con respecto a las tiendas físicas, como por ejemplo:

• Menores costes económicos por lo general, dado que la inversión a realizar es básicamente la de contratar un dominio y un alojamiento web, así como diseñar la página y administrarla.
• Acceso a un mayor público, ya que no se limita solo a aquel que pasa por delante de la tienda física sino que, en principio, la audiencia es universal.
• No hay limitaciones de horarios ni festivos. Siempre están abiertos y a disposición del público.
• Es más sencillo de utilizar métricas para medir el éxito de una campaña comercial o para obtener datos sobre el perfil de los usuarios que se conectan y cuándo lo hacen.
• Gracias a los buscadores está al alcance de la mano llegar a nuevos nichos de consumidores potenciales.

Con estas ventajas, parece que una buena alternativa para cualquier pyme es la de plantearse trabajar en ambos caminos a la vez, si bien ello requiere de una cuidadosa planificación tanto financiera como operativa.

Recomendaciones para promocionar un negocio físico

• Escoger una buena ubicación, próxima a los clientes objetivo y bien comunicada.
• Una imagen a menudo vale más que mil palabras. Por ello, contar con un escaparate que llame la atención siempre es una buena iniciativa.
• Instaurar programas de fidelización que permitan sumar puntos y optar a promociones y descuentos suele gustar a la mayoría de los clientes.
• La experiencia de cliente en la tienda debe ser lo suficientemente buena como para fomentar que vuelva y que no necesite consultar el canal online.
• Un buen trato personal y cercano suele ser la mejor vía para ganar a un cliente.