04 nov 2025
Cómo puede una pyme prepararse para un ciberataque de ransomware
Las pymes son entidades vulnerables al ransomware, un tipo de ciberataque que puede paralizar sus operaciones y causar pérdidas financieras. Para estar preparadas, deben evaluar riesgos, actualizar sistemas, formar a los empleados, hacer copias de seguridad y contar con un plan de respuesta ante incidentes. Invertir en ciberseguros y fomentar una cultura de seguridad desde la dirección también resulta clave. La prevención, la formación y la resiliencia digital no solo reducen el impacto de posibles ataques, sino que fortalecen la competitividad y la confianza del negocio en un entorno cada vez más digitalizado.
Carlos Sánchez - Colaborador de Asesores de Pymes externo a Cesce
En la era digital, la información es uno de los activos más valiosos de cualquier empresa. Sin embargo, también es uno de los más vulnerables. Las pymes se han convertido en un blanco habitual para los ciberataques, especialmente los de tipo ransomware, que pueden paralizar operaciones y provocar pérdidas económicas severas. Prepararse no es una opción, sino una necesidad estratégica.
En qué consiste el ransomware
El ransomware es un tipo de malware que bloquea el acceso a los archivos o sistemas de una empresa y exige un rescate para devolverlos. Aunque muchas veces se asocia con grandes corporaciones, la realidad es que más del 60% de los ataques de ransomware afectan a pymes. Los ciberdelincuentes saben que muchas pequeñas empresas no cuentan con infraestructura tecnológica sólida ni con planes de contingencia, lo que las convierte en objetivos más fáciles. Las consecuencias de un ataque pueden incluir la pérdida total de datos, daños reputacionales, sanciones regulatorias por incumplir normas de protección de datos y, en algunos casos, el cierre definitivo de la empresa.
Evaluar periódicamente los riesgos
Antes de invertir en soluciones tecnológicas, una pyme debe evaluar sus riesgos y vulnerabilidades.
Esto implica realizar una auditoría interna que identifique:
- Qué datos y sistemas son críticos para el negocio (finanzas, clientes, operaciones, etc.).
- Dónde se almacenan esos datos y quién tiene acceso a ellos.
- Cómo están actualizadas las medidas de protección (antivirus, firewalls, contraseñas, etc.).
- Qué procesos dependen de la tecnología y cuáles pueden mantenerse en caso de fallo.
La prevención, la mejor defensa contra el ransomware
Una pyme preparada no depende de la suerte, sino de la prevención activa. Estas son las prácticas esenciales que deben implementarse:
- Mantener el software actualizado. Las actualizaciones de sistemas operativos y programas corrigen vulnerabilidades conocidas que los atacantes pueden explotar. Establecer un protocolo de actualizaciones automáticas y supervisadas es clave.
- Usar antivirus y firewalls de calidad. Los antivirus empresariales deben incluir protección contra ransomware y ofrecer seguimiento en tiempo real. Un firewall bien configurado ayuda a bloquear accesos no autorizados desde redes externas.
- Controlar los accesos. No todos los empleados necesitan acceso a toda la información. Aplicar el principio de mínimo privilegio reduce la exposición de datos sensibles. Además, es recomendable implementar autenticación multifactor en todos los sistemas críticos.
- Educar a los empleados. El eslabón más débil en la ciberseguridad suele ser el factor humano. Más del 80% de los ataques se originan en un correo electrónico malicioso o un enlace fraudulento. Capacitar al personal en higiene digital, detección de phishing y buenas prácticas de contraseñas es una de las medidas más efectivas.
La importancia de las copias de seguridad
Las copias de seguridad (backups) son la piedra angular de una estrategia anti-ransomware. En caso de ataque, permiten restaurar la información sin pagar el rescate.
Se recomienda seguir la regla 3-2-1:
- 3 copias de cada archivo importante,
- 2 almacenadas en diferentes soportes (por ejemplo, disco local y nube),
- 1 ubicada fuera de las instalaciones principales.
Es fundamental verificar periódicamente que las copias funcionen y puedan restaurarse correctamente. Muchas empresas descubren —demasiado tarde— que sus copias estaban dañadas o desactualizadas.
Preparar un plan de respuesta ante incidentes
Incluso con todas las precauciones, ningún sistema es infalible. Por eso, toda pyme debería tener un plan de respuesta ante incidentes que establezca qué hacer en caso de ataque. Este plan debe incluir:
- Identificación y aislamiento del sistema afectado para evitar que el malware se propague.
- Comunicación interna clara, designando quiénes deben ser informados y cómo actuar.
- Notificación a las autoridades competentes, especialmente si el ataque implica datos personales (en la UE, esto puede requerir informar a la AEPD bajo el RGPD).
- Evaluación del impacto y restauración de los sistemas desde copias seguras.
- Revisión post-incidente, para aprender de la experiencia y reforzar las defensas.
En definitiva, el ransomware no distingue tamaños ni sectores: toda empresa conectada a internet está en riesgo. Sin embargo, una pyme que invierte en prevención, forma a su equipo, mantiene copias seguras y cuenta con un plan de respuesta, puede minimizar drásticamente el impacto de un ataque. La ciberseguridad ya no es un lujo ni un tema exclusivo del departamento de TI; es una pieza fundamental de la gestión empresarial.
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