Cómo protegerse de la web 3.0

Uno de los fundadores de Ethereum, Gavin Wood, popularizó hace unos meses la irrupción de la Web 3.0, dado que, en su opinión, Internet ha evolucionado hacia la progresiva eliminación de los motores de búsqueda y las redes sociales, ya que se está entrando en una era de descentralización global de la Red. El concepto clave de la Web 3.0 (o Web3) es que las interacciones entre los usuarios han avanzado a un nuevo nivel en el que sus relaciones comerciales y sociales son las que estructuran Internet, y eso conlleva la falta de utilidad de servidores centralizados o de plataformas que gestionen la información y sean los que decidan qué es lo importante y cuáles son los límites.

Sin embargo, como ocurrió en el pasado, la llegada de un cambio tan disruptivo en la Red trae consigo enormes oportunidades por descubrir, pero, también, nuevas amenazas que los cibercriminales están deseando explotar. Las pymes, por lo tanto, están en un momento crítico para posicionarse en este nuevo escenario virtual global, siempre que tengan claro qué pasos deben dar para evitar sufrir incidencias que puedan poner en riesgo su propia supervivencia.

Para qué sirve

Los primero que tiene que entender un emprendedor es que la utilización activa del blockchain (y de sus tecnologías asociadas) es lo que va a propiciar el desarrollo de la Web 3.0. Las nuevas relaciones con los clientes y proveedores se estructurarán sobre la base de que el cumplimiento de los hitos pactados permitirá desbloquear nuevos niveles en la relación de manera automática, lo que, en principio, debería contribuir decisivamente a agilizar los procesos y a potenciar acuerdos en todo el mundo.

El conocimiento en el uso y en el manejo de los datos irá aportando cada vez un mayor abanico de servicios telemáticos de los que muchos están todavía por descubrirse, pero que ya están comenzando a vislumbrarse a medida que se conocen más detalles del metaverso. La web será más datificada, con páginas y plataformas más conectadas y abiertas, pero, sobre todo, más inteligentes y en constante evolución.

Si la web 1.0 posibilitó la provisión casi ilimitada de información pero con un carácter estático, la web 2.0 permitió la interacción social de modo que se estableció una política de colaboración activa entre los usuarios. En el caso de la web 3.0, aunque quedan muchos detalles por conocer, sí que se adivinan algunos de sus beneficios potenciales más evidentes:

• Será de todos y para todos, es decir, que ya no habrá un puñado de empresas que controlen de manera efectiva el flujo de información y de datos. El uso de apps y de sites descentralizados eliminará cualquier clase de censura o de restricción.
• Será posible para las empresas comprender mejor a los clientes y sus necesidades, por lo que las ventas crecerán. Además, gracias al uso efectivo de la inteligencia artificial se podrá conocer qué ofrecer en cada momento a cada consumidor, aumentando significativamente el ratio de éxito.
• Mayor fiabilidad, que se traduce, por un lado, en que las interrupciones por cuestiones técnicas desaparecerán, eliminando cualquier fallo en los procesos de venta o de comunicación entre partes. Además, las compañías tendrán un mayor control en los datos que posean gracias al uso de redes descentralizadas. De este modo, sus acciones tendrán una mayor eficacia y, también, serán más libres para tomar las decisiones que consideren adecuadas en cada momento.
• Crecerá exponencialmente la personalización de productos y de los servicios postventa a la carta. La fidelización será más crítica que nunca, debido a que resultará muy difícil desarrollar una oferta verdaderamente diferencial que genere una ventaja competitiva para una compañía. La innovación y la omnicanalidad serán los ejes principales de las estrategias de las empresas.

Recomendaciones para su uso

Cisco ha publicado recientemente un análisis en el que destaca algunos consejos para hacer un uso más eficiente de los entornos 3.0:

• Practicar los fundamentos básicos de seguridad. La autenticación biométrica con elementos multifactor y el uso de herramientas de protección serán claves para mejorar las experiencias de usuario. Será necesario tanto para empresas como para consumidores formarse en mecanismos de seguridad ya que las ciberamenazas estarán más presentes que nunca.
• Proteger y alimentar la identidad virtual. La marca personal de individuos y empresas será crítica en el nuevo entorno 3.0. Por ello, habrá que cuidar la reputación más incluso de lo que se haga en el mundo físico. Si se pierde el control sobre la identidad digital, las repercusiones podrían ser fatales.

Monitorizar las operaciones. Antes de sellar cualquier acuerdo, habrá que analizar las claves del contrato inteligente y revisar con cuidado el código fuente en el que se base. Una vez cerrado, la seguridad del blockchain evitará que se puedan producir incidencias negativas para ninguna de las partes.